El Adviento es un tiempo en el que recordamos al Hijo de Dios,
quien se hace uno de nosotros, y al mismo tiempo, nos preparamos
para su segunda venida revestido en gloria y majestad. El Adviento es
un tiempo para la espera activa, los deseos profundos, la oración, la
comunicación y la alegría.
quien se hace uno de nosotros, y al mismo tiempo, nos preparamos
para su segunda venida revestido en gloria y majestad. El Adviento es
un tiempo para la espera activa, los deseos profundos, la oración, la
comunicación y la alegría.
La Navidad es un tiempo para el gozo y la contemplación
del misterio de la Encarnación del Hijo de Dios. Somos testigos
de las primeras manifestaciones que el Hijo de Dios realiza
para salvarnos. Durante este tiempo litúrgico celebramos a
María de manera especial, como Madre de Dios.
El tiempo del Adviento nos quiere ejercitar en una virtud cristiana básica: la esperanza. Cada año la iglesia entra en este santo tiempo y aprende a esperar al Señor:
· Con la misma ilusión con que un estudiante espera sus vacaciones.
· Con la misma intima emoción con que una madre espera a su hijo.
· Con la misma urgencia con que el surco abierto y reseco espera la lluvia,
la Iglesia espera la venida de su Señor.